viernes, 21 de enero de 2011

Misión San José, Ministerio de vida


Para toda pareja que elige como vocación el matrimonio, en sus planes siempre está, a corto o largo plazo, formar una familia, tener hijos y convertirse en padres.
Sin embargo muchas veces los planes de Dios son otros y el embarazo simplemente no se da, es en ese momento cuando la pareja se llena de sentimientos encontrados y de coraje, incluso hacia Dios.
Así explicó Haydeé Carrasco, madre de tres hijos adoptivos y terapeuta, quien desde su experiencia vivida por la incapacidad de concebir biológicamente, ofrece un testimonio del sufrimiento que esta incapacidad ocasiona en las parejas.
“Cuando te casas nunca piensas que no vas hacer mamá o papá y al no darse el embarazo empiezas a no encajar en tu grupo de amistades, en la familia, socialmente te presionan con el tema de los hijos y eso te lastima”, compartió Haydee.
Dijo que en la desesperación por tener un hijo, las parejas van de médico en médico quienes ofrecen falsas esperanzas y los someten a tratamientos costosos y dolorosos.
“Los médicos te dan falsas esperanzas, como si fueran dueños de la vida y del plan de Dios, pero llega el momento en que terminas devastado física, emocional, intelectual y económicamente y además, en ese inter, la relación con la pareja se desgasta también”, agregó.
La adopción
Aunque Haydeé y su pareja habían pensado en la adopción antes de casarse, en muchos casos es hasta el momento de no encontrar una respuesta, cuando se piensa en este tipo de opción.
“Al no encontrar la respuesta, porque no la hay, simplemente es un plan de vida que Dios eligió para ti, piensas en la adopción como una alternativa”, dijo la terapeuta.
Según Haydee, es en este momento cuando realmente comienza la historia.
Explicó que ocurre que las parejas creen que automáticamente tendrán al hijo ideal simplemente al acudir a una institución para solicitar la adopción. Pero no es así, sino que comienza otro tipo de desgaste y la espera es más larga todavía.
Sin embargo, dijo Haydee, la espera tiene su recompensa, pues al llegar el día es una explosión de alegría al palpar ese milagro de vida que llega a la pareja.
“El hijo es recibido con amor porque es un hijo muy esperado, muy deseado y muy planeado, se da una gran conexión y se activa en tí ese instinto de cuidarlo… se da en ti un gozo inmenso”, expresó.
Misión San José
Fue a raíz de la experiencia vivida como Haydeé sintió la necesidad de formar un grupo de parejas que hayan vivido la misma situación.
“Yo viví la necesidad de prepararnos como padres para enfrentar los retos, entender que ser papá y mamá adoptivos no es nada más una decisión y no es para todas las parejas”, dijo.
Así surgió la Misión San José, grupo coordinado por Haydee y que forma parte del Centro Familiar para la Integración y el Crecimiento, A.C, y del Centro de Espiritualidad y Oración de la parroquia Nuestra Señora de la Paz.
“Hace dos años nació el grupo dirigido a todas las parejas que viven incapacidad biológica para concebir un hijo y también para los papás que se han constituido como familias a través de la adopción”, explicó Haydee.
Añadió que Misión san José es un grupo “de contención” donde se ofrece un acompañamiento a las parejas que viven el proceso de infertilidad para que puedan vivirlo de manera sana.
“Nos reunimos periódicamente para trabajar aspectos de nuestra vida y vivirlos a conciencia… aprendemos a manejar nuestras emociones como papás adoptivos”, dijo.
Agregó que tomando en cuenta que dentro del plan de Dios existen muchos matices, hay parejas que deciden ser una familia sin hijos, y se les ayuda a vivir con dignidad y alegría.
“Nuestra intención es que tanto papás adoptivos como parejas sin hijos, se den cuenta que somos muchas las parejas que vivimos la incapacidad para concebir, por eso es un grupo donde nos contenemos unos a otros”, afirmó Haydee.
Dentro del grupo, añadió Haydee, se ayuda a las parejas a evitar un desgaste que puede llevarlos al divorcio.
“Abrimos un espacio de diálogo entre la pareja, de perdón, es un espacio que nos da la posibilidad de sanarnos para llegar a la adopción con menos miedo e ir creciendo en el proceso”, explicó.
Para ello, añadió, todas las sesiones son encaminadas a una sanación que se vive a través de la espiritualidad.
“Es un espacio para acercarnos a Dios y vernos como lo que somos, hijos elegidos por Él para vivir esa experiencia de vida que es la adopción, por eso nuestro santo patrono es el Señor San José, padre adoptivo de Nuestro Señor Jesucristo”.
Una gran familia
Misión san José ha llegado a convertirse en una gran familia, pues aunque las reuniones semanales son dirigidas únicamente para las 60 parejas integrantes, durante el año se realizan tres reuniones familiares para que los niños se conozcan.
“Queremos que nuestros hijos se sientan parte de un grupo, que se den cuenta que no son los únicos niños adoptados, sino que convivan con niños que viven la misma situación y que sepan que son hijos amados”, compartió.
Es por ello que cuando un bebé o un niño nuevo llega al grupo, hay una celebración.
“Al llegar un bebé o un niño nos da mucha alegría, hacemos una fiesta, lo presentamos en el templo y le damos la bienvenida a los papás como papás adoptivos”, dijo con entusiasmo.
Retos
A dos años de haberse formado el grupo, han ido creciendo los retos, uno de ellos al interior del grupo es el ofrecer talleres para los hijos adoptivos.
Otros retos están encaminados al exterior, a la vida social.
“Este año junto con otros grupos realizaremos campañas para promover la adopción; tenemos también un sueño a largo plazo que es el promover en las instancias correspondientes que se instituyan leyes para agilizar los trámites de la adopción”, compartió.
Un reto más es el que se agregue en la ley del Seguro Social la prestación de una “incapacidad” por adopción, es decir, días de descanso igual que se le otorgan a la mujer que dio a luz a un bebé.
“En lugares como Alemania e Italia se da a ambos padres adoptivos 3 meses de descanso (con goce de sueldo) para adaptación, pues es una necesidad para la integración del niño especialmente con la mamá…las madres trabajadoras en Chihuahua no tienen ese derecho”, afirmó.
Haydeé hizo extensiva la invitación para todas las parejas que vivan la situación de infertilidad, a que se integren al grupo.
“Con nosotros tienen un lugar donde los podemos entender y donde se darán cuenta que hay muchas opciones para sentirse en paz y tranquilos”, dijo.
“Sepan que hay una red de especialistas, sacerdotes, pediatras, ginecólogos, neurólogos y terapeutas que saben y creen en la adopción y que hay muchas formas de salir adelante”, finalizó.
por: Ana María Ibarra

0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Powered by Blogger | Printable Coupons